La nueva Ley de Emprendimiento y la certificación y financiación de startups, protagonistas de la primera Jornada de la Sección de Derecho Bancario tras el verano

La Sección de Derecho Bancario ha iniciado el curso con la que ha sido la primera jornada con la Empresa Nacional de Innovación (ENISA) desde la entrada en vigor de la Ley 28/2022 del 21 de diciembre sobre el fomento del ecosistema de empresas emergentes, y la Orden Ministerial que desarrolla este proceso, en una jornada titulada Start-ups. Financiación, criterios y procedimiento de certificación. Fomento del ecosistema de empresas emergentes. 

Inaugurada por José Ramón Couso, Diputado de la Junta de Gobierno y Presidente de la Sección, esta sesión ha contado con el director de Fomento del Ecosistema Emprendedor de ENISA, Jordi García, además de otros expertos como Esther Pérez, directora del área Mercantil de Ceca Magán Abogados, Fernando Moroy, director corporativo de inversión y financiación de Madrid FinTech y Mª José Villa, CEO en ID Abogados de Málaga y experta en Legaltech e Innovación

Mesa redonda » Start-ups. Financiación, criterios y procedimiento de certificación. Fomento del ecosistema de empresas emergentes»

La jornada ha sido también la demostración de “la vocación de esta Junta de Gobierno de abrir el ICAM a la sociedad, con jornadas en las que no solamente haya abogados, ni siquiera juristas, sino personas que estén relacionadas con las materias y puedan, desde una visión holística y poliédrica, abordar temas de actualidad e interés para los profesionales de la abogacía”, según ha explicado José Ramón Couso.

Couso también ha hecho una introducción al tema de la jornada, la certificación y financiación de startups, citando a la Orden Ministerial que “regula los criterios, procedimientos de certificación de empresas emergentes y proporciona ventanilla única para emprendedores que quieran acogerse a los beneficios que contempla la novedosa legislación”. “Esa certificación la expide la Empresa Nacional de Innovación, que se convierte en una pieza clave en el emprendimiento”, ha señalado Couso.

José Ramón Couso, presidente de la Sección de Derecho Bancario y Diputado 2º del ICAM

“ENISA depende del Ministerio de Industria y hace 41 años que existe y 23 que hacemos un préstamos participativo, que ha sido bien recibido por el ecosistema. Es un préstamo que está a camino entre entrar como socios y una deuda clásica, con lo mejor de cada elemento, porque no pedimos avales de garantías y hay un tramo fijo (Euríbor + 2) y un tramo variable según beneficios, y en cambio se acerca a una deuda porque no participamos efectivamente nunca. Así, cada año entre 1.400 y 2.000 empresas nos piden préstamos y entre 500 y 700 préstamos son firmados. Unos préstamos entre 25.000 y 1.500.000 de euros”, ha explicado el director de Fomento del Ecosistema Emprendedor de ENISA, Jordi García.

Esta empresa pública, que desarrolla e implementa las novedades que recoge la conocida como ley de startups, sirve como “puerta de entrada” para beneficiarse de los incentivos fiscales que recoge la norma como del sello de empresa certificada. Para recibir esta certificación hay “12 criterios objetivos, entre ellos que haya pasado menos de 5 años desde la fecha de registro de las escrituras, o 7 en algunos sectores, como el bio, industrial o energético; no distribuir dividendos ni estar en mercados regulados, tener sede o domicilio social permanente en España y tener volumen de negocio anual inferior a 10 millones”.

Pero, además, hay un proceso de evaluación, “en el que nos fijamos en el carácter de emprendimiento e innovación y escalabilidad de estos proyectos”. “La innovación no es solo I+D, nosotros valoramos la innovación no tecnológica, basada en procesos, modelo de negocio y en producto o servicio. Esto abre un abanico de posibilidades de demostrar la innovación, que es mucho más que tener una patente”, ha expuesto García, de ENISA.

Por otro lado, “la parte de escalabilidad es un jugador nuevo en este ámbito, que es la capacidad de una empresa de escalar rápidamente, es decir, que los fundadores tengan capacidad, que haya un mercado creciente, un control de las barreras y de la competencia, poder aguantar financieramente, un modelo de negocio que tenga sentido y que reporte beneficios, entre otros”.

Además, García ha detallado que, “en los casos en los que existan grupos de empresas, todas ellas tienen que cumplir con los requisitos para poder recibir la certificación”.

Desde que ENISA comenzó con este proceso ha recibido algo más de 1.000 solicitudes, de las cuales tienen pendientes 516. En la web de ENISA existe un buscador para comprobar las empresas certificadas.

“Además, ENISA está trabajando en los siguientes pasos, como las startups estudiantes, que será algo así como un programa para impulsar la creación de startups en entornos formativos, como universidades, escuelas de negocio o centros de FP”, ha concluido el director de Fomento del Ecosistema Emprendedor de ENISA, Jordi García.

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