En el marco del I Encuentro de la Abogacía de Empresa, organizado por el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) y el Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB), se ha celebrado la mesa redonda titulada «La Abogacía de Empresa y la gestión de conflictos: Mediación y arbitraje desde una visión práctica», pensada para promover el debate y la formación de los abogados de empresa en la resolución alternativa de disputas en el ámbito empresarial.
Moderada por Vanesa Saura Arasa, miembro de la Junta de la Comisión de Abogacía de Empresa del ICAB, la mesa redonda contó con la participación de destacados expertos en la materia como Jesús Remón, Socio Presidente de Uría Menéndez; Javier García González, mediador y socio en Cores & García Pedrerol; y Silvia Domínguez Aguilar, General Counsel & Compliance Officer de Laboratorios Ordesa.
Jesús Remón abordó el papel del arbitraje, señalando que este se presenta como el último eslabón en la cadena de resolución de disputas cuando otros mecanismos han fallado. Remón subrayó la diferencia entre el arbitraje internacional, una herramienta casi necesaria en el ámbito del comercio y la inversión global, y el arbitraje doméstico, que implica una decisión estratégica.
Para Remón, la clave del éxito en el arbitraje reside en tres aspectos fundamentales: previsibilidad, gracias a la especialización de los árbitros; rapidez en comparación con los tribunales tradicionales; y confidencialidad del proceso. En este sentido, destacó que para optar por el arbitraje “el elemento esencial es la confianza”, tanto en las cortes de arbitraje que administran el procedimiento, como en los árbitros seleccionados y en la jurisdicción de la sede arbitral.
Por su parte, Javier García González presentó la mediación como un proceso flexible y voluntario que permite abordar los conflictos empresariales desde una perspectiva más integral, teniendo en cuenta tanto los intereses presentes como los futuros. Para Javier García González, la mediación no solo ofrece soluciones rápidas y confidenciales, sino que también puede integrarse en la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de la empresa, facilitando una resolución más colaborativa y menos adversarial.
Sobre la confidencialidad del proceso, tema que preocupa especialmente a la abogacía de empresa, el ponente recomendó firmar acuerdos de confidencialidad desde el inicio del proceso para asegurar la protección de la información compartida. Además, subrayó que “no entiendo la mediación como la necesidad de llegar a acuerdos totales ni parciales” sino que, en ocasiones, aunque no se llegue a acuerdo cumple su función si favorece la comunicación efectiva entre las partes.
Por último, Silvia Domínguez Aguilar compartió su experiencia en la inclusión de cláusulas de mediación en los contratos de Laboratorios Ordesa. Resaltó que la mediación, aunque a menudo es vista con reticencia por falta de conocimiento, ha demostrado ser una herramienta útil para su empresa, proporcionando soluciones rápidas y beneficiosas para ambas partes. Según Domínguez, la mediación no solo reduce el impacto económico de los conflictos en la contabilidad de la empresa, sino que también permite transformar los conflictos en oportunidades, mejorando las técnicas de negociación y favoreciendo acuerdos más satisfactorios y duraderos. “En el año 2023, todas nuestras contrapartes nos aceptaron una cláusula de mediación”, señaló, lo que refleja su creciente aceptación de este método alternativo de resolución de conflictos en el entorno empresarial.
Galería fotográfica
