“La práctica colaborativa del derecho: una oportunidad para la abogacía” fue el tema abordado ayer por la Sección MASC (Medios Adecuados de Solución de Controversias) y la Sección de Iniciación Profesional del ICAM en una jornada conjunta en la que se exploró el derecho colaborativo como una alternativa prometedora para la resolución de conflictos si se enfoca en los clientes y no solo en el conflicto en sí.
La jornada, moderada por Celia Herrero Cantó, Presidenta de la Sección de Iniciación Profesional del ICAM, y Amparo Quintana García, Copresidenta de la Sección de MASC del ICAM, ofreció una visión detallada de esta práctica, contando con la intervención de Anabel García Hernando, Vicepresidenta de la Asociación de Derecho Colaborativo de Madrid, abogada colaborativa y mediadora; y Jesús Muñoz López, Vocal de la Asociación de Derecho Colaborativo de Madrid, mediador y facilitador en procesos colaborativos.
Durante el encuentro se destacó la importancia de la práctica colaborativa del derecho como una nueva vía para ejercer la abogacía, resaltando que esta práctica se centra más en las personas, en los clientes, que en el conflicto en sí. «Si todos los abogados se centran en los clientes, probablemente podrán alcanzar una colaboración efectiva», afirmó Quintana, subrayando la necesidad de abrir la mente a nuevas formas de ejercicio profesional.
Por su parte, Celia Herrero enfatizó que el derecho colaborativo está ganando terreno como una práctica emergente, siendo una modalidad que busca superar una cultura del litigio que a menudo no satisface plenamente a los clientes. «Es una práctica muy interesante y una nueva vía de especialización para jóvenes abogados que puede generar incluso oportunidades de negocio», concluyó Herrero.
La jornada brindó a los asistentes una comprensión profunda de los principios y reglas del derecho colaborativo, ofreciendo una perspectiva centrada en el cliente para la resolución alternativa de conflictos.