La ex subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, ofreció en su discurso del III Congreso Internacional sobre Activos Digitales y Sector Financiero del ICAM una valoración del nítido panorama de las tecnologías disruptivas que están transformando la industria financiera. En su intervención, Delgado pormenorizó los retos regulatorios para integrar los criptoactivos en el sistema financiero, abordó el estado actual de iniciativas como el euro digital o Finternet y describió las oportunidades y amenazas que herramientas como la inteligencia artificial y la computación cuántica suponen la creación de un entorno financiero seguro y eficiente.
Así, Margarita Delgado arrancó su exposición con un análisis del crecimiento del mercado de criptoactivos en España. Aunque el sector sigue teniendo un peso reducido en el sistema financiero, su impacto sigue ampliándose. Se estima que entre el 6% y el 10% de la población adulta en España ha poseído en algún momento activos digitales, lo que indica su creciente relevancia para inversores tanto institucionales como particulares. Además, esta adopción se ha diversificado hacia monedas como Solana y Cardano, lo que refleja, según Delgado, un conocimiento y sofisticación cada vez mayores.
A pesar de este crecimiento, el volumen de operaciones con criptoactivos sigue siendo modesto frente al sistema financiero tradicional. En Europa, el volumen diario de transacciones con estos activos representa solo el 0,5% de lo procesado en TARGET 2, la plataforma de pagos del Eurosistema, y a nivel global apenas alcanza el 1% del sistema financiero formal. Sin embargo, la limitada magnitud del mercado no ha impedido que algunos servicios en zonas turísticas, como Baleares y la Costa del Sol, comiencen a aceptar criptoactivos como forma de pago.
Ante este escenario, Delgado ha destacado el enfoque de las autoridades, que hasta ahora han emitido advertencias sobre los riesgos de estos activos, sobre todo su volatilidad y el posible impacto en la estabilidad financiera si se consolidaran como alternativa al ahorro bancario o medio de pago habitual. Con todo, la regulación de los criptoactivos está evolucionando, impulsada por iniciativas como el Reglamento de Mercados de Criptoactivos (MiCA), que representa, según Delgado, “un paso de gigante” en la normalización de este ecosistema. Este reglamento, aunque no cubre todo el sector, establece un marco de obligaciones que asimila los criptoactivos a otros instrumentos financieros, potenciando su crecimiento en ciertos ámbitos, aunque también podría limitar algunas propuestas emergentes.
“La existencia de un cuerpo de disposiciones que en cierto modo asimila los criptoactivos a otros instrumentos financieros supone un coste significativo para la viabilidad de algunas de las propuestas que existen en el mercado, pero también tiene el potencial de dinamizar la expansión y crecimiento de otras en el corto plazo”, ha afirmado Delgado.
En este sentido, Delgado ha explicado cómo el sector financiero ha comenzado a explorar otros caminos que aprovechan las ventajas de la tecnología aplicadas a instrumentos más consolidados. Muchas entidades están explorando la tokenización de activos financieros tradicionales, como los depósitos bancarios, adaptándolos a entornos digitales seguros. Este movimiento es parte de un proceso más amplio de transformación del sector financiero, en el que, según Delgado, las tecnologías emergentes podrían cambiar el sistema financiero global de manera profunda.
En esta línea, Delgado ha introducido el concepto de Finternet, una iniciativa impulsada por el Banco Internacional de Pagos de Basilea, que propone un sistema financiero digital interconectado globalmente, similar a internet. Este modelo permitiría movilizar activos digitales de forma ágil, segura y eficiente, ofreciendo a empresas y consumidores la posibilidad de transferir activos en cualquier momento, desde cualquier dispositivo y hacia cualquier destino en el mundo. Delgado ha enfatizado que el desarrollo de Finternet requeriría una regulación sólida y la tokenización del dinero, junto con un marco de supervisión adaptado a los nuevos riesgos del ecosistema digital.
La intervención de Delgado también ha abordado el euro digital, proyecto actualmente en fase exploratoria y que evalúa tanto modelos de diseño como posibles socios tecnológicos para cumplir con los requisitos del Eurosistema. “Estamos en un momento crucial para definir el futuro del euro digital y de las infraestructuras financieras en Europa”, ha subrayado, apuntando que la colaboración público-privada será clave para que estas innovaciones beneficien a todos los actores del sistema financiero.
Antes de concluir, Delgado ha analizado dos tecnologías emergentes que suponen tanto oportunidades como desafíos: la inteligencia artificial y la computación cuántica. Respecto a la IA, ha señalado la necesidad de adaptar el marco regulador y de que las autoridades comiencen a integrar estas herramientas en sus procesos de supervisión. En cuanto a la computación cuántica, con su potencial para optimizar el análisis de riesgos y la gestión de carteras, Delgado ha advertido sobre su posible impacto en la ciberseguridad, al poder comprometer los actuales algoritmos criptográficos. “Ante este escenario, algunas entidades privadas y bancos centrales hemos empezado a diseñar la transición hacia la criptografía postcuántica”, ha revelado, explicando que esta transición implica “el despliegue de una nueva generación de algoritmos resistentes a ataques cuánticos”.