El Colegio de la Abogacía de Madrid inauguró ayer la nueva Sección de Arbitraje del ICAM, que estará presidida en esta etapa por Nazareth Romero, Elena Sevila y Pedro Claros.
Bajo el lema “Arbitraje, sus mejoras hoy: nuevos retos para descongestionar Juzgados”, la sesión contó con la inauguración institucional del Secretario de la Junta de Gobierno del ICAM y presidente de su Corte de Arbitraje, José Ignacio Monedero, y con la intervención de Elena Otero-Novas Miranda, presidenta de la Corte Española de Arbitraje y Antonio García Paredes, magistrado jubilado y ex presidente de la Audiencia Provincial de Madrid.
En su discurso inaugural, el presidente de la Corte de Arbitraje recordó el plan estratégico que ha puesto en marcha la Corte del ICAM para potenciar el arbitraje doméstico en Madrid y puso en valor la colaboración del Colegio con el Centro Internacional de Arbitraje de Madrid (CIAM), recordando que toda acción del ICAM tiene que estar orientada a promover la consolidación de Madrid como capital europea del arbitraje.
Además, José Ignacio Monedero hizo hincapié en el valor de la formación en arbitraje, incidiendo en que “el arbitraje vale en la medida en la que valgan sus árbitros y si sus árbitros no están formados, el arbitraje no tendrá ninguna credibilidad en el sector”. En este sentido, la Corte del ICAM también ha apostado por la creación de una Escuela de Arbitraje que, dirigida por el profesor José Carlos Grandes Rozas, ofrecerá formación continuada a los colegiados/as que deseen especializarse en este ámbito.
Los co-presidentes de la nueva Sección del ICAM, Nazareth Romero, Elena Sevila y Pedro Claros, recordaron los objetivos con los que nace esta Sección, que pretende hacer partícipes a los abogados/as madrileños de la necesidad de abordar otra visión “de la prevención, la gestión del conflicto, su entendimiento, su uso y su diseminación”.
Por último, durante su intervención, los ponentes reflexionaron sobre el papel que puede desempeñar la institución arbitral en una sociedad cada vez más compleja e incidieron en la necesaria interrelación que debe darse entre la jurisdicción ordinaria y el arbitraje.