La creciente relevancia del abogado/a de empresa en la definición de estrategias corporativas ha centrado el debate de la cuarta mesa redonda celebrada en el marco del I Encuentro de la Abogacía de Empresa organizado por el ICAM y el ICAB.
Bajo el título «La Abogacía de Empresa: Función clave en la definición de la estrategia empresarial», la mesa redonda ha sido moderada por Mireia Castro Román, Vicepresidenta de la Comisión de Abogacía de Empresa del ICAB, y ha contado con la participación de John Rigau, VP General Counsel de PepsiCo West Europe; Ana Bayó, Head of Law, Patents & Compliance Iberia de Bayer; y Beatriz Martínez-Falero García, Directora de Asesoría Jurídica y Secretaria del Consejo de Administración de Mahou San Miguel. Durante sus intervenciones, se discutió la evolución del rol del abogado in-house, que ha pasado de ser un apoyo legal técnico a convertirse en un socio estratégico en las decisiones clave de las compañías.
John Rigau subrayó las ventajas de contar con un abogado de empresa en el comité directivo, destacando que su inclusión garantiza un alineamiento estratégico entre la función jurídica y los objetivos empresariales: “El primer objetivo es el alineamiento de los departamentos jurídicos con los objetivos de la empresa, y el segundo, dar impacto a la función». Según Rigau, un abogado en esta posición no solo ofrece asesoramiento jurídico, sino que participa activamente en la creación de valor y en la toma de decisiones estratégicas como cualquier otro directivo.
Por su parte, Beatriz Martínez-Falero compartió su experiencia al frente del departamento jurídico de Mahou San Miguel, destacando cómo la integración del equipo jurídico en las áreas de negocio ha mejorado la eficacia del asesoramiento y reducido riesgos: «Ahora ya no entiendo ni las empresas ni las asesorías jurídicas de otra forma. Nuestra participación en los comités ejecutivos y en las áreas de negocio ha creado una complicidad que hace que todo fluya mejor y se tomen decisiones más seguras y efectivas desde el principio».
Por su parte, Ana Bayó invitó a los abogados a salir de su zona de confort y a involucrarse más profundamente en el negocio, no solo desde un punto de vista legal, sino también estratégico. Además, resaltó que, lejos de ser «policías» de las decisiones, los abogados in-house deben “co-crear soluciones” y convertirse en verdaderos gestores de riesgos y oportunidades.
El debate también abordó temas clave como la importancia del desarrollo de talento en los equipos jurídicos. Martínez-Falero destacó los retos que conlleva este aspecto, subrayando que la rapidez del cambio requiere motivación. «Hay que desarrollar, convencer y motivar al equipo para que aprenda a trabajar de otra forma. El desarrollo de talento tiene que ir por una motivación a afrontar el cambio como algo positivo y de adoptar el cambio dentro del volumen de trabajo altísimo que tienes en tu día a día”.
Sobre la contratación de nuevos perfiles de abogados en las compañías, John Rigau explicó las diferencias entre contratar a abogados especializados o abogados generalistas, una decisión que, según él, depende del tamaño y las necesidades de cada equipo. En este sentido, explicó que en PepsiCo, donde maneja equipos más reducidos, el perfil que buscan es más generalista: “Nosotros necesitamos perfiles generalistas que sean capaces de gestionar una amplia variedad de asuntos legales y hacer que las cosas sucedan. Lo que más valoro son los soft skills, la capacidad de adaptarse, evitar la pereza y el miedo”.
Por último, la mesa concluyó con una reflexión sobre la relación entre los abogados in-house y los despachos externos. Bayó subrayó la necesidad de que los despachos profundicen más en el conocimiento del negocio de sus clientes, ya que “aunque han mejorado mucho, echo de menos un poco más de interés en entender mejor a la empresa, porque no todas somos iguales».